viernes, 22 de febrero de 2013

La solicitud de las cosas

"Pero una idea debe quedar clara de antemano: la inautenticidad de una existencia en la que el hombre, abandonado a la solicitud banal de las cosas de este mundo, les presta sin juicio un valor que ellas no tienen por sí mismas, mientras su propio valor se pierde y él mismo queda perdido en la confusión de las cosas. Éste es el desesperado que ignora su desesperación."

Sobre Kierkegaard, Eduardo Nicol, en Historicismo y existencialismo.

4 comentarios:

  1. El dilema que me surge es si es existe alguna forma de darle autenticidad a la existencia. Hablando con un matemático me dijo que la única forma era modelar la realidad con matemática. Pero el obviaba algo, para que su argumento se sostenga hay que dar como válida la autenticidad de las matemáticas... Es un camino sin salida.

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  2. Estás poniendo al mismo nivel intentar argumentar la "autenticidad" (entendida parece como realidad final, esencial) de las matemátias y de la existencia, y eso me parece que no puede ser así. Puede haber existencia sin matemáticas (la ha habido) pero no podemos imaginar matemáticas sin que exista la existencia. Osea, que la existencia es mayor que las matemáticas. Precisamente cerrar la perspectiva mental de la totalidad (existencia) al campo de las matemáticas (un campo de todo lo que existe) formaría parte, en cierto modo, de la crítica que hace Kierkegaard.

    Por otro lado estoy contigo en que es muy dificil hablar de la autenticidad de la existencia.
    p.d. Cuanto tiempo!

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  3. Jeje, lo de las matemáticas es una conversación que dejé a la mitad cuando hablaba con un gran matemático. Estoy de acuerdo con su postura, la realidad es algo ajeno a nosotros ya que la experimentamos a posteriori, pero tenemos herramientas que nos ayudan a modelar la realidad y a predecirla. Según lo que le entendí, la única realidad demostrable es la que las matemáticas describen; lo real solo puede ser aquello que existe hoy o mañana pero para cerrar el círculo sobre su autenticidad debemos no ser nosotros, con nuestros sentidos, los que lo definamos. Y aquí es cuando estando relativamente de acuerdo con él acabé disintiendo. Las matemáticas son herramientas abstractas de la mente y carecen de sentido más allá de nuestra mente, aunque modelen perfectamente nuestro exterior.

    Como comentas, Kierkegaard critica lo anterior pero si lo he entendido bien todo va de desesperados y de desesperados que ignoran su condición. Nosotros somos de los primeros, ¿pero que sentido tiene ser un desesperado cuando podemos ignorarlo y simplemente vivir?

    PD. Mucho tiempo pero por lo que parece la desesperación no tiene cura :P

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  4. Conozco bien la postura cientificista y no puedo más que estar MUY en desacuerdo. Para mi la realidad no es matemática, de hecho ésta ni siquiera es capaz de apresar la realidad. Al final acaba tirando de estadisticas, etc, y no puede asumir, por ejemplo, lo impredecible. O la esencia humana. Es más, la fundamentación misma de la matemática es un problema y muchos matemáticos piensan que son puro convenio el que 2 + 2 sean 4. Yo no sé "la verdad", pero sé que no se puede decir tan fácil "la matemática modela la realidad y la predice".

    Lo de la desesperación... supongo que es cuestión de gustos, ¿no? yo prefiero ser consciente del dolor que no serlo de nada y "ser feliz"!

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