viernes, 14 de junio de 2013

OBLIVION, o la lucha contra la racionalidad matemática


Esta entrada contiene SPOILERS.




No hay nada en el mundo del cine que el dinero no pueda hacer, excepto tal vez una buena película. Y eso Hollywood lo sabe muy bien.

En Oblivion hay buenos efectos especiales. Hay robots super-wapos que lanzan rayos de felicidad tan potentes que la gente, de tan feliz que se vuelve, se convierte en confeti. Esos robots ultra-inteligentes son incluso capaces de oler ADN a distancia, y seguir un rastro de ADN a toda velocidad, sin embargo son incapaces de diferenciar si en la cápsula que se dirige al espacio va Olga Kurylenko o Morgan Freeman. Además, pueden oler ADN, identificar a personas (excepto a Morgan Freeman, el es Dios), captar las vibraciones de la voz, etc, pero no son capaces de detectar una bomba atómica dirigiéndose hacia ellos.

En Oblivion también hay diálogos basura. Cada vez que Tom Cruise y Olga Kurylenko salían en el mismo plano son puro truño robado de cualquier película de Jennifer Aniston.

También hay incoherencias, claro que sí. Cajas negras que llegan a la tierra en una lanzadera ejectada de una nave espacial, que sin embargo contiene grabadas conversaciones de la nave que se queda en el espacio después de dicho lanzamiento. ¿Cómo es posible? Tom Cruise lo hace posible.

También hay lugar para inquietantes cuestiones como: ¿Por qué coño una vez que ya tienen programado el Dron para destruir la nave alienígena no la lanzan, sino que la montan en un tanque con el poder de ir super-lento, desfilando entre la gente? ¿Por qué deja a "su mujer" en esa casa pero dormida? ¿cómo la lleva hasta allí? ¿Cómo puede parir ella SOLA y no morir, y encontrar comida, y sobrevivir con tan buena cara?

Pero ésto son solo minucias, entrantes. Porque a pesar de todos los fallos, Oblivion es una gran película. Tiene un discurso filosófico que pocos habrán sabido captar. Joseph Kosinski es eso de unos directores inteligentísimos y finos, dotado de la gran cantidad de humor negro que se necesita para hacer películas geniales en medio de las excreciones de hollywoodienses. Esta película parece un truño y sin embargo no lo es, su superficialidad no es más que la prueba de fuego para el verdadero espectador. Parece que diga:

"si aguantas esa bazofia y la ignoras, el mensaje divino será tuyo."

 Y creo que es mi caso, creo que he llegado a la revelación.

En realidad, bajo la premisa de película taquillera vacía de contenido pero llena de efectos especiales, hay una crítica absoluta a la eterna crisis humana de valores. Se representa un mundo desnaturalizado, árido. Los hombres que restan viven o bien aislados, en torres altísimas, creyendose felices, o en bunkers bajo tierra. A esta situación nos lleva la razón descarnada y matemática. De ello nos hablan Freud, Marcuse, Nietzsche, Heidegger, entre otros. Joseph Kosinski está en el panteón de los grandes, junto con ellos. Comencé a sospechar el discurso cuando Andrea Riseborough lanzó al vacío la flor que le regaló Tom. La razón matemática corrompe la naturaleza. Claro, entre medio de tantos efectos especiales no me daba cuenta, pero los efectos especiales no son más que un metadiscurso, una autoparodia. Los efectos especiales se hacen por ordenador, son descarnados, inhumanos, como los Drones. A su vez, el que vaya a ver la película y disfrute de los efectos especiales, no está siendo más que carne de crítica. Por eso decía del humor negro tan grande del director. Si te abstraes puedes verlo, ¡PUEDES VERLO!, hay verdad bajo toda esa mierda.

Tras sospechar toda esta verdad, la revelación se me hizo patente en las últimas escenas. Cuando llegan a la nave alienígena que había destruido la luna y quería destruir la humanidad. Yo me preguntaba, ¿Que sería? ¿Qué tipo de raza será? No mentiré: Deseaba que fuera un ruso loco. Por algún motivo que desconozco (post-guerra-fría), a los americanos les encanta poner a los rusos de malos. Sin embargo no era así. Mis ansias crecían en esa escena hasta que aparece.... un triángulo. Si señor, UN PUTO TRIANGULO QUE SE DEDICA A EXTERMINAR HUMANOS.  ¿Por qué? Nadie lo sabe. Ni él mismo lo sabe, ya que podía destruir la luna, podría destruir la tierra, pero no, la tierra la quería para él. Pero no con los humanos, ¿es que no se ve claramente? el triángulo representa a la perfección esa razón matemática y técnica, que devora el mundo y mata a los hombres. Es más, si afinamos más la interpretación, no mata a los hombres, sino que hace que nos matemos entre nosotros. Claro, al principio era grande mi estupor. Pensé: "Es la mayor estupidez que jamás he visto en el cine. ¡UN TRIANGULO!", pero cuando el triángulo extraterrestre que hablaba castellano le dijo al protagonista: "Yo te he creado, soy tu Dios". vi la simbología a la perfección y todo cuadró. Qué sutileza, qué maravilla.



Es cierto que el director ha realizado guiños (copias descaradas) a otras películas como MOON, LA ISLA, INDEPENDENCE DAY, etc, etc, etc, pero es natural, tal despliegue de imaginación y verdad siempre bebe de muchas fuentes.

P.D. Por suerte mi cara quedó retratada en el momento en el capté el esplendor de la película (qué epifania, qué epitafio). 


En fin... eso sí, a partir de ahora no miraré a la trigonometría con los mismos ojos.

viernes, 7 de junio de 2013

Cuadro clínico





Pollock.

       


La personalidad cradora. Abraham H. Maslow, Barcelona, Ed..Kairós, p.48




Sólo quiero que mis ojos se abran un poco más y me dejen ver lo que tengo delante.